Francisco Vijil Gurdian

Por: | 0 Comments | On : August 7, 2012 | Category : Testimonios

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De niño no tuve el problema de la gordura. Creo que por esa razón siempre consideré que tenía control sobre cuando estar flaco y gordo y que todo dependía de mi fuerza de voluntad.

Desde pequeño me gustó mucho la cocina.  A los siete años descubrí la magia de la limonada. Era mi bebida favorita de las naturales, nunca nada supero mi placer por las bebidas gaseosas. Con la limonada descubrí que estaba en mis posibilidades crear mi propia bebida sin tener que pedirle a alguien que me la hiciera. Así fui experimentando en la cocina y a los once años ya me hacia mi súper tacos de verduras fritas en mitad de la tarde.

Mi primera dieta la hice a los 15 años. Aunque era un muchacho en crecimiento, hacer dieta era algo muy común en mis padres y hermanos mayores. Ahora veo fotos de esa época y no me explico cómo llegué a pensar que estaba gordo cuando ahora que veo las fotos pienso que me miraba bien.

Todos en mi familia nos hemos sentido siempre orgullosos del poco alcohol que tomamos pero de la enorme satisfacción que nos da no solo la buena comida, si no la gran cantidad de ella.

Mi abuela que nunca tuvo ninguna carencia de alimentos en su vida siempre decía ante una buena comida: “Aprovecha”!

Mis padres, hermanos y hermanas hemos sido grandes practicantes de esa filosofía. Aprovechar la oportunidad de comer bien y mucho.  Comer bien no necesariamente quería decir comer bajo en calorías, mas bien todo lo contrario.

Después de un periodo de libertades y de aprovechar muchas oportunidades de comer bien, venían periodos de remordimiento. A cada uno le llegaba el remordimiento en su propio momento, por eso siempre en la familia había algunos a dieta, otros rompiendo la dieta y otros en carnaval de engorde.

Mi vida la puedo dividir en dos momentos, cuando estaba a dieta o cuando estaba en periodo de engorde. Eran  los extremos, o comer de todo sin perder una oportunidad o el sacrificio de la dieta.

Mi trabajo implica viajar frecuentemente. Cada viaje lo veía como una oportunidad de comer cosas que tal vez no volvería a comer, de forma que si había estado controlado con las cantidades de comida por una periodo de tiempo,  cuando el viaje se aproximaba me decía a mí mismo, si voy a viajar y a comer como loco por qué no comenzar ya si no tengo nada que perder, y luego al regresar del viaje ya no tenía nada que perder por que ya había engordado y por eso seguía comiendo. El problema se fue acentuando por que en el año 2005 viaje 2 veces, pero ya en el año 2010 viaje 12 veces. No tenia forma de controlar el tremendo flujo de oportunidades de comer que se presentaron. Llegue a pesar como nunca en la vida 238 libras.

Así pasé mis años, hasta que me detectaron presión arterial alta y niveles de colesterol y triglicéridos que me ponían en riesgo cardiaco.

Comencé a tomar medicamentos que no me iban a curar solo controlarme. Ya en esa situación mi preocupación ha dejado de ser si me veo bien o si me queda la ropa cómodamente o apretada. Mi preocupación ha comenzado a ser si puedo mejorar  mi calidad de vida.

Con la ayuda de la Dra. Paula Andrea he comenzado mi aprendizaje. He bajado 38 libras y lo mas importante es que llevo meses comiendo sano.  No me siento a dieta y por lo tanto no tengo ansiedad. Cuando viajo he aprendido a reconocer nuevas comidas que se ajustan a mi  concepto  de vida sana y que son sabrosas. En este aprendizaje he descubierto que en casi todos los restaurantes hay al menos una alternativa sana y que  siempre los meseros están prestos a conceder pequeños ajustes al menú.

Llevo meses haciendo ejercicio y cuando viajo trato de mantener mi rutina.

Me preocupa pensar que la motivación se pueda acabar y por eso estoy consciente que no puedo solo. Mi esposa y mis hijos han sido mis cómplices en esta tarea. La Dra. Paula Andrea ha sido mi entrenadora, me ha llevado de la mano  y me ha enseñado que no hay una solución  mágica, ni rápida, ni universal. Cada quien debe encontrar su camino. Yo llevo un año y espero seguirlo andando.

Francisco Vijil Gurdian